Con la mirada perdida, y los sueños aun rotos lagrimas
corriendo por sus mejillas
Espera el cambio en su vida, tan distinto ahora, no como esa
mañana que era diferente
Su vida era otra la felicidad reinaba en su corazón,
recordando la noche anterior
En la que su cuerpo fue recorrido una y otra vez, sus labios
fueron bebidos como si existiese en ellos una especie de pócima que le hacía
enloquecer
Los suspiros se perdían entre los gemidos, la respiración agitada
con los sentidos a flor de piel
cuerpos entre lazados, en un sinfín de emociones el vaivén de
conocerse, compenetrarse, desearse
llevada una y otra vez por senderos hace tanto olvidados,
con el aliento cálido rondándole la piel, la humedad cubriendo cada poro,
temblando como una hoja al caer mecida por el viento
Los sonidos, el sabor a sal en su lengua, los olores, los
susurros que le erizan la piel, llevada de la mano por la vorágine del deseo,
llego una y otra vez a tocar el cielo
Pidiendo más a un de ese delirio de subir y bajar cada uno
por el cuerpo del otro, de perderse en su cuerpo y encontrándose en el deseo de
tocarse de tenerse,
¿Cómo sucedió? Es el revés de la vida, el estar y no, caminando
por la avenida voltea al edificio de espejos, se mira pero no reconoce a esa
mujer que le regresa su reflejo, sus ojos brillantes de tanto llorar, sus manos
temblando al llevar el cigarro a los labios
Ahora se encuentra con la realidad, él se fue ya no está ¿cómo
paso en tan pocas horas?
la vida y la muerte se encuentran en cualquier lugar, a cualquier hora, solo necesitan un
instante
Para presentarse siempre…
Autor:
Atenea Gzl