Comienza a amanecer,me encuentro en ese espacio entre la luz y la obscuridad, donde no sabes si empieza un nuevo día o la noche comienza a despertar,
donde la luz y las sombras compiten por un escenario, por una esperanza, por el sueño anhelado...
Mi alma se pasea por el tiempo y el espacio, tratando de solventar la distancia que existe entre tu y yo, llegando hasta tu alcoba, susurrando a tu oído, las preguntas que se quedaron sin formular antes de tu olvido, antes del efímero pasaje inconcluso que seguiste al cruzar por mi camino,
Alma mía que aun no comprende, el porque de tu silencio,
esa callada ausencia ,que se clava en el pecho como un millón de dagas, que le destrozan por dentro,
en el sueño sumergida, tratando de impedir su huida sin éxito, pues emprendió su búsqueda en silencio, de tu calle,de tu casa,de tu alma, de tu aliento...
Alma mía que aprovechando la noche, se acerca a entra a tu habitación y en tu cama,al oído susurra tratando de despertar tu alma,con un beso que se pierde en el tiempo, diciéndole adiós a tu recuerdo
tratando de aprovechar los pocos minutos que le quedan de este umbral entre el sueño y la realidad
Comienza un nuevo día, una nueva oportunidad, regresa de a poco el alma mía, que sin éxito llego hasta tu cuerpo, sin mover una sola fibra de tu corazón,..
Esperanzada regresa al cuerpo, con la convicción de regresar esta noche a rondar tu cuerpo, esperando que pueda penetrar en tu alma, que le mires de nuevo
alma mía que vaga aun en silencio, tratando de conectarse con tu ser interno, que no te olvides de sus besos, que no te olvides de su ser, me encuentro ahora en ese espacio, entre el olvido y el recuerdo, donde no sabes si comienzas a acostumbrarte al olvido, o te aferras a el recuerdo
Alma mía, descansa ahora, en lo que encuentro la manera de atarte esta noche, para que dejes de vagar por las calles en busca de algo que no vas a encontrar, antes de que mueras de apoco de nostalgia, antes de que vuelva a comenzar el dolor...
Comienza el ocaso de este día, la lucha por encontrarte y no...
Autor:Atenea Gzl