Sin salir de la rutina, anhelante, suplicante, mirando, esperando algo
que nunca llegara, viendo como los días se suceden uno detrás de otro, sin sol,
con una bruma que se extiende hasta el corazón, con el viento helado apunto de
congelar mi razón
Buscando un camino diferente, ¿acaso podre hacerlo?
Varada en este recoveco de mi alma, esperando, cediendo tratando de
liberarme aun a costa de un pedazo de mi corazón
Me encuentro de pie ante el camino que me marco esta, tu huida, mirando
la sombra de tu destino, tratando de recordar las señales que siempre me
enviaste, pensando en porque las pase por alto, sintiendo vacío en mi corazón
Vacío que me llevo a esta su muerte, la agonía de esperarte, de
sentirte, de quererte, con el deseo creciendo en mi interior, este sentimiento
que no me dejo ver la realidad, que segó mi entendimiento, que mal interpreto
el latido de tu corazón…
Su muerte, anunciada días antes de tu huida, dé tu escape, porque en realidad
el miedo fue más fuerte, alejarte se te hizo más fácil, fue una huida de esas,
que solo hacen un cobarde
Sabía que se terminaba desde hacía unos meses, anunciada desde un año
atrás, desde la noche que me dirigí al patíbulo, guiada por mi esperanza, por
la tontería que se creó mi corazón, cuando me estrelle con todo lo que había
escondido, cuando salió a flote el corazón dormido
Cuando se abrió la mazmorra donde, estaba resguardado, desde hacía tanto
tiempo, este corazón, dañado, deshecho, lastimado, sangrante, desahuciado,
donde lo escondí para que se recuperara
De donde nunca debí dejarlo salir
Ahora tuve
que obligarlo a entrar, aun a costa de su necedad, de su anhelo, su deseo, de
este amor que aun no entiendo cómo se creó, como nació pero se perfectamente
cuando dónde y cómo se murió
Brillantes y
abundantes son las lágrimas que derramo en angustia una vez más, con el grito
ahogado en mi interior, afligida en la incertidumbre de tu adiós, de tu
silencio, de esta partida que termino por derrumbar, por enterrar mi corazón
De luto me he vestido, ante la
muerte de este amor desesperado, aun tendré días de angustia, noches de
insomnio, tardes de llanto ahogado en mi interior
La sonrisa se ha esfumado, el dolor poco a poco ira menguando, aun regresa en oleadas que me paralizan, me
estremecen, se adueñan de mis pensamientos, de mí ser, solamente esperare hasta
que muera, hasta que deje de añorarte, esperando el día en que se esfume como
la neblina desaparece cuando sale el sol...
Hasta que deje de recordarte, hasta que se termine la esperanza, que se encuentra, oculta dentro del corazón…
Autor:
Atenea Gzl
foto tomada de la red