Silbando por lo bajo , la tonada de la música que comenzó a sonar en el bus mientras la escucha ,se introduce en su memoria, es lo único que quiere tener en la mente en ese momento, la música de fondo, mirando por la ventana el paisaje otoñal, con las hojas de los árboles en ese tono rojizo y ocre, las hojas cayendo como una lluvia interminable sobre el suelo, la tarde cae lentamente y se muestra con tonos naranjas, un suspiro impertinente se mete entre su respirar, consigo trae inevitablemente a la indiscreta nostalgia que invade su ser y le corta la respiración, en un momento se encuentra dentro del lago de los recuerdos, ahogándose en la profundidad de su soledad, que le llenan de sensaciones, de recuerdos, llenos de imágenes, sin poder recordar por más que lo intenta, el tono de la melodía que hace un instante llenaba su mente, la letra se confunde ahora con las palabras, que antes endulzaban los oídos , que ahora son dagas que se clavan en el su corazón, tratando de recobrar la cordura, de atar su corazón cierra los ojos en un último intento de contener las emociones, que han llenado su ser es tarde, una lagrima asomada entre las pestañas amenaza con resbalar en cualquier momento, ahora lo entiende, al respirar su mente se aclara, se percata que quien le llevo al borde del abismo, quien le transportó hasta el lugar al que no quería ir, fue precisamente la melodía, fue la letra de esa canción ahora recuerda donde la había escuchado, el día que le regalo su corazón, sus pasos se apresuran a la salida, toca el timbre para huir de ahí, el bus se detiene como su corazón se detuvo, recuerda en aquella ocasión, continua su camino sin poder contener ya las lágrimas, tratando de recuperar su razón Una canción, un amor perdido, justamente en el viaje del corazón
Autor
Atenea Gzl
foto tomada de la red
