Abre la
puerta aun esta obscuro, se asegura de mirar a ambos lados de la calle antes de
salir, pero llama su atención el cielo, aun estrellado hacia tanto tiempo que
no prestaba atención a el cielo, cubierto de bruma,(en realidad es la vía
láctea)puede ver incluso la luna que tímida se esconde detrás de una nube
distraída que pasa por ahí, una estrella brilla y no quiere separarse de ella,
aun no amanece pero debe irse, debe trabajar así que apresura el paso, no sin
antes hacer una oración pidiendo la protección del cielo, y la venia del
Altísimo para cuidar su camino
Las
calles aún están desiertas, toma la calle por debajo de la acera, ya que
solamente sobre la avenida, el alumbrado público da luz en medio de la calle,
con la tranquilidad de la hora que aún
no es tardía puede apreciar la tranquilidad de la ciudad antes de que comience
la locura de todos los días
Caminando
sin prisas, va con la mente desocupada sin pensar en nada con la tranquilidad
que da tener en paz todos los asuntos en su vida, esperando el transporte
sentada en una banca, decide sacar el celular para consultar la hora,( los
relojes no sabe cuándo pasaron de moda, a ella le gustan de echo cuenta con
algunos solo que no tienen pila, por eso no ha podido usarlos, quizá sin falta
en la siguiente paga se decidirá a comprarles la pila, o solo a uno, el celular
es para llamadas no para ver la hora)
Le
distrae una sombra que cruza por su lado, no le da tiempo de voltear solo
siente las manos rodeándola, algo en su aroma le hace recordar se encuentra con
su rostro, no puede creerlo hace tanto que no le veía, y sin mediar palabra
atrapa sus labios recorre su cuerpo, ella se estremece, aun no amanece la
penumbra cubre el camino
Las
caricias suben de tono, siente la pasión encenderse, no quiere dejarle, no
quiere tenerle, un gemido sale de sus labios, un grito se ahoga en sus besos,
la sangre corre con fuerza por su cuerpo, su corazón acelerado amenaza con
detenerse, se aferra a sus brazos, siente la dureza de su pecho, le pide que
pare que se detenga, sin dejar de acariciarlo, trata de alejarse de ese abrazo,
se rinde ante sus caricias el calor recorre su cuerpo, le da vueltas la cabeza
pierde el aliento...
Sacando
fuerzas de no sabe dónde logra separarse de su abrazo, de un empujón le aleja,
la ropa arrugada, aun sin aliento le
mira a los ojos, siente cimbrarse su
corazón, se había escondido bien o eso creía, ¿qué sucedió?
--- ¿Cómo
me encontraste?
---Te he
buscado cada día desde que llegue a casa y no estabas, desde que te encontré te
he seguido todos los días sin atreverme a acercarme, cuidándote tratando de
hablarte
---No
existe ya nada entre nosotros,
(Eso ¿es
cierto en verdad?, porque esta estremecida y temblando, ¿porque se sintió caer
en la vorágine del deseo?, aun quería sentir sus manos ávidas sobre su cuerpo)
Da un
paso atrás
---déjame
se me hace tarde...
Su
rostro se ensombrece, baja la mirada cuando se aleja de ella, le mira partir
quiere decirle que se quede, prefiere que se valla, mira hacia la esquina
contraria el transporte viene se acerca, echa el ultimo vistazo a la sombra que
se aleja, se acomoda la ropa se arregla el cabello,
Se mira
al espejo no reconoce la desconocida que le mira en el reflejo, con los ojos
brillantes la piel diferente la respiración jadeante, las mejillas sonrojadas
Respira
para recupera la cordura, mira al cielo
puede ver la luna, sube al transporte encuentra un lugar vacío se deja
caer en el asiento, trata de reconstruir los últimos minutos que han pasado fue
sorprendente, aunque quiera negarlo excitante demasiado, había pasado tiempo
sin verle, ¿en verdad le había buscado? Sacudía su cabeza para alejar el
pensamiento, tanto tiempo ¿Cuánto era? Dos años de ausencia, se ríe en su
cabeza como regresa ahora así, cuando la estabilidad estaba alcanzada cuando
creía que todo estaba en su sitio llega, le mueve el mundo cambia sus planes,
debe escapar…
Esperar
una oportunidad para fugarse, escapar de nuevo le gustaba esa ciudad era una
pena tener que partir, una semana en una semana se iría, no estaba huyendo de
él, desde hacía dos años solamente huía de sí misma
No
conocía otro medio de salir sin heridas, correr lo más rápido que pudiera,
antes de estar más perdida, llega al trabajo le gustaba su oficina, hacía
tiempo que no se sentía cómoda, era una pena tener que irse, la paga llega la
siguiente semana una semana para buscar, otra ciudad otra vivienda, en alguna
otra esquina
Respira
antes de entrar al edificio, dejar sus pensamientos en la entrada hacer su
trabajo, debe dejar todo arreglado, las cosas resueltas para la renuncia le
pedirá a Miriam que le saque el finiquito en menos de tres días, todo debe
estar preparado para antes para la huida…
Primera parte
Autor:
Atenea Gzl