viernes, 15 de julio de 2016

EL ESPEJO

El silencio se hace presente, el frió inunda esta habitación,
En el suelo yacen inermes los versos escritos, los besos perdidos,
Las caricias olvidadas, las palabras inciertas, los momentos de magia,
La promesa mencionada del amor eterno...

El llanto inundando el florero donde han muerto,
Las rosas, ésas que dejaste antes de tu partida,
Un poco antes de tu despedida, sin previo aviso,
Sin siquiera mostrar una señal de tu huida

Sobre la mesa se encuentran las hojas escritas,
Con la sangre derramada  del corazón,
Los ecos de los susurro, de tus palabras, que sonaban tan dulces
Cual canto de ángeles, se trasladan de una pared a otra
En el aire, por la habitación,  permitiendo aun imaginarse
Caminos unidos, sendas recorridas de la mano juntos por un amor verdadero…
Del deseo aun presente, en el cuerpo en cada poro de la piel
Llenan ahora el silencio perenne,..

En la chimenea, el fuego de la hoguera que antes estaba encendido
Y ardía sin control, hoy se encuentra a punto de apagarse,
Extinguiéndose la llama al compás de la respiración,

Esta es la razón del frió que está inundando el corazón
Las caricias que quedaron aun encendidas, sobré la piel,
Se difuminan, comienza de nuevo el invierno eterno,
Que todo lo envuelve a su alrededor

La llama de la vida, que antes hacía sonrojarse las mejillas,
Ahora es suplantada por la palidez extrema,
Anuncio sin falta de que agoniza,
De que este amor se muere 

En el espejo que refleja su figura, puede ver sus ojos apagados,
Ya sin angustia, solo la tristeza se asoma, 
Pues conoce desde siempre, desde hace tanto tiempo
Esa sensación de congelarse el sentimiento,  
El silencio, la soledad que puede verse al otro lado del espejo,
Esa que se acerca, pues es lo único estable que conoce


Una mano extendida desde el otro lado le llama, voltea una sola vez la mirada 
A la habitación donde el amor impregno todos los rincones,
Donde los versos, las historias, los deseos, 
Y los besos se quedaron para la eternidad

No detiene más lo inevitable, toma esa mano que tanto conoce,
Y cruza al otro lado del espejo 
Regresa a la realidad…

Se viste con la ropa que le hiela el corazón,
En su cabello amarra la indiferencia, 
Se pone el abrigo de la soledad,
Se calza los zapatos del olvido

Solo conserva la sonrisa, 
De esa nunca se puede separar...  

En silencio sigue su camino,
Sus ojos se apartarán de cualquier cosa que se parezca al amor,
Ya ha aprendido la lección…
Camina sin prisa, la vida continúa
Por ahora, se congela el corazón…

Autor:Atenea Gzl