Caminando por entre los árboles que me rodean, con el silencio flotando al rededor,miro el paisaje que me hace sentir tan pequeña,
que me hace querer, quedarme y nunca más salir, envuelta en la magia de la naturaleza, vuelvo a respirar, comienzo de nuevo a vivir,
El rio suena a lo lejos, el frio se cuela por entre las ramas de los pinos, la majestuosidad que me rodea, reconforta el latido de mi corazón, movido por tu recuerdo,
No dejo de leer, cada palabra que fue sacada de mi corazón que sin duda ha sido siempre para ti...
Dejo que el viento alborote mi cabello, que me acaricien los rayos del sol, el frio eriza mi piel, que se purifique mi alma, que viva otra vez...
Siento, pienso, camino... una sonrisa se dibuja en mis labios, una esperanza aparece en mis pupilas, necesitaba estar así, en comunión con la vida,
en soledad conmigo misma, aligerando las cargas del corazón, inundada con la luz de la verdad, reconciliada con mi situación, viviendo, una nueva vida
Sonreí, como hacia tanto no lo hacía, mis pies desnudos tocaron el agua cristalina, y deje que se lavara mi vida, me reconcilie con mi niña...
No dejo de leer, pero ahora sin dolor, no dejare de escribir, acerca de todo lo que soy
Me siento despacio sobre la roca que está a la orilla, y me pierdo en el sonido que produce el agua, cierro los ojos, y respiro...
Un día más que agradezco a Dios por estar viviendo, sintiendo, camino despacio, debo regresar a la ciudad, a perderme entre los edificios, entre las calles, sobre el tráfico pero mentalmente tomo una foto de este lugar, de este rio, y me integro de nuevo a la civilización
No dejo de leer, no dejo de soñar, seguiré siempre así mi camino, seguiré sin cesar...
Autor: Atenea Gzl